sábado, 10 de abril de 2010

Pequeña historia de amor

Despertar
tomar el café
desayunar
y salir tomados de la mano
caminar por el mirador
hacia el mar
acompañados por esas aves y por el sol de la mañana

No hace calor pero apetece bañarse. Bajan corriendo hacia esas aguas grandes y se sumergen. Hoy calmadas y tibias para ellos.
El deseo de combatir un poco el incipiente frío los acerca dentro del mar. Se abrazan y ya no se sueltan. Los pies se buscan primero, se enredan y se sienten. Ella se sube sobre la espalda de él, lo aprieta. Los dos cuerpos permanecen tocándose aquí y allá. Ahora las manos se ofrecen para el otro y se sonríen.
Ya se besan y la piel responde. Sienten deseos de quitarse la ropa.
Mejor corren de vuelta hacia su habitación. Se apuran.

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