domingo, 27 de noviembre de 2011



Gracias a la cama que te recibe entre sábanas y almohadas con incondicional dulzura, así cuidan los ángeles tu descanso.
Gracias a la ventana abierta que te regala la luz del día que amanece.
Gracias a los árboles que acarician tu piel, a las sombras que dejan y que bailan en la pared blanca,
Gracias a los pasos que mueven tus pies y dirigen tu risa a la cocina.
Gracias a la tibieza del café y a la alegría del sillón.
Gracias al pájaro que come y te tira un delicioso bocado.
Gracias al sol que calienta el mundo y entusiasma las flores.
Gracias al cielo, al río, al mar, a la montaña y a la tierra. Sabes que están aun cuando no se reflejan en tus ojos.
Gracias a las manos, a los brazos y a los ojos que te brindan cariño.
Gracias al fuste que te obliga a seguir.
Gracias a la vida que te renace.

jueves, 24 de noviembre de 2011



Soñar con una estrella azul
Que juega entre tus pies en el columpio del vecino
Soñar con esa caricia que hace llorar y reír a tu alma
Soñar con las nubes y correr en ellas descalzo
Soñar desnudo el corazón, el cuerpo y el pensamiento
Y volcarse en todo momento y en toda la vida
Soñar con mariposas que susurran felicidades
Soñar el violeta de sus ojos y el verde de nacer
Soñar la flor que regala su energía de ser
Soñar la sábana que levanta de un dormir renovado
Soñar el beso del amor
Soñar ese vuelo sobre el mar
Soñar acurrucarse en una montaña
Soñar que todo cabe en ti
Desde el aire hasta el cielo inundan tu respirar
Abrir los ojos y Soñar

sábado, 19 de noviembre de 2011

LA CAMA




Esta mañana despertó sin ganas de levantarse. No quiere toparse con él, ni hablar ni enfrentar nada. Solo tiene ánimos de cerrar los ojos y soltar su cuerpo en la cama.
Más tarde que de costumbre y cuando ya no oye ningún ruido se prepara el café de siempre y se lo toma en la ventana. Llora por las hojas caídas. Llora por el atrapamiento y los deseos de correr. Llora porque se le ha instalado el color negro.

Entonces aparecen, son siete y brincan gustosos por el día que se les regala. Lo recuerda, antier vino uno, ayer dos y ahora muchos. Son pajaritos y comen algo del suelo, muy graciosos y llenos de ese orgullo simulado de los animales. Poco a poco surge la sonrisa en su alma. También llega un gato que le brinda su cálida mirada azul. Va por la calle la mariposa verde con rayas doradas. El aire se queda en el techo del tejabán.
Suavemente va recibiendo ella la energía del amor. Ya sabe qué decirle a él. Está lista por hoy para dar los pasos necesarios.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Maravilloso el obsequio
Que vino con la mañana
Lluvia
Las gotas se quedaron
Resbalando como cristal
En las hojas del arbusto
Hacen intensos los ojos
Del que mira el milagro cotidiano
Es más verde el verde de la vida
Llegan a los recuerdos
Humedades de tortillas calientes, frijoles hervidos,
Comales prendidos y café negro
La nube crece y se alimenta del charco
El ciclo es
El mar sube al cielo en eterno llamado
Y nos cobija en el manto azul
Que riega de agua los corazones