Hoy en el espejo me descubri una cicatriz pequeña del lado derecho de la frente; debajo del cabello. No supe como se hizo o no lo recordé.
Tengo otras dos.
Una en la rodilla. Clara en mi memoria. Me cai de un árbol de olivo cuando niño. Me arañé en sus ramas y un tronco me hirió ahí donde permanece el recuerdo en la piel. Dolor y sangre.
La otra es en mi dedo pulgar derecho. Apenas se ve. Y esta tampoco la recuerdo. Pero sé cómo se hizo, me lo han dicho mis hermanos y mi mamá. Fue una cortada con un vidrio. Parece que andaba buscando algo.
Pero ésta, la de la frente, no la sé ni en la memoria ni de oidas. Y para ser sincero, me asustó ese fragmento en blanco. Tuvo que haber sido algo fuerte para permanecer aún a través de los años. Pudo ser una caida o un golpe.
Y algo más me dejó inquieto. Eso que no se mira. Cuántas más de estas cicatrices habrá en nuestra alma? Cuántas vivencias que no recordamos habrán dejado su huella en nuestro inconciente? Serán esos los llamados traumas psicológicos?